Tal vez uno de los pajarillos más abundantes de nuestras sierras y olivares y la curruca más numerosa y cercana a la población. En Zuheros se le conoce como monjita " por la capucha " de su cabeza, siendo negra en el macho y gris en las hembras y machos juveniles, pardeas en las hembras jóvenes.Alas redondeadas y cortas de color gris oscuro. Dorso y obispillo y hombros gris ceniza claro. Cola larga también gris y los bordes blanquecinos y punta redondeada.
Nuca, píleo y mejillas negros recubriendo los ojos que son de color rojo.Garganta blanca y parte inferior grisácea muy clara. La hembra con dorso pardo, cabeza gris y parte inferior muy clara.
Ocupa todo tipo de matorrales, combinado con arbolado disperso, abundante en olivares, también en parques y jardines.Pajarillo de vuelos rápidos entre los arbustos, se camufla entre la maleza rápidamente, no es tímida y se deja ver bien, activa e incansable.
Anida en arbustos y olivares a poca altura, elaborando un minúsculo nido con plumitas y pelo.Canto melódico y corto, su reclamo de alarma es como un balbuceo prolongado, chret, tret, tret.
Se alimenta principalmente de pequeños insectos, durante el otoño e invierno les gusta los frutos del majuelo y por supuesto las acebuchinas.
En mis observaciones he descubierto muchas veces, que cuando un intruso se aproxima al nido, aparece inmediatamente el macho con su reclamo alarmado y tirándose al suelo haciéndose el mal herido, arrastrando las alas y moviéndose lentamente, te aproximas a intentar cogerla y enérgicamente vuelve a desaparecer y a ocultarse entre la vegetación. En el periodo reproductor los machos de las currucas están siempre atentos y vigilantes de su pequeño territorio y que nada importune o moleste a su pareja.
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