Arrendajo ( Garrulus glandarirus)
Nadie que pasee por la soledad de nuestra sierra dejará de lanzar una mirada, tal vez inquieta, el lugar donde procede tan gutural saludo,un áspero y chirriante reclamo, scraa...scraa...scraa.
Seguramente muchos esperan ver salir de la espesura algún animal cuando, de pronto, un ave mediana como una pequeña paloma, inicia un vuelo torpe y lento.
Cortas y redondas alas y una cola recta y terminada en rectángulo se nos harán evidentes. En sus alas relampaguean vivos colores azulados, su dorso de color pardo grisáceo, píleo eréctil, blancuzco y barrenado de negro. Cabeza grande, ojos celestes con cara blanca y ancha bigotera negra, pico robusto y negro.
Se trata de uno de los corvidos más bellos, el arrendajo. Es de conducta inquieta, desconfiado y ruidoso, procura no quedar al descubierto, por lo que prefiere estar entre los ramajes. Suelen formas pequeños grupos de 5-6 , sobre todo en primavera y otoño.
Si observamos el pico veremos que es más bien largo y robusto, por lo tanto su alimentación es variada, aunque la mitad de su dieta está constituida por bellotas y piñones que producen los árboles más frecuentes en sus biotopos.
Estas aves tiene la costumbre de arrancar esos frutos del árbol y tirarlos, luego deglutir unos pocos, luego vuelan hacia un rincón tranquilo vomitan, los descortezan y los ingieren. No suelen consumir todo su botín, el resto lo esconden en alguna grieta u oquedad de los árboles o incluso los entierran en el suelo. de esta forma un tanto anárquica se proveen de una despensa que le proporciona reservas cuando los frutos escasean en invierno.
Esta costumbre de enterrar bellotas y otros frutos es de gran importancia ecológica, ya que muchas de las no encontradas u olvidadas germinaran y dan origen a nuevos árboles, contribuyendo con ello a la conservación y expansión de los bosques.
Consumen también los arrendajos nueces, castañas, igualmente bayas silvestres, cereales, peras manzanas, grandes coleópteros y en época de reproducción ceban a sus pollos con caracoles y gusanos, a veces suelen capturar ratoncillos y lagartijas y ocasionalmente saquean nidos de otros pajarillos.
En el periodo de reproducción los machos se enfrentan entre si para delimitar el territorio. El nido no suele ser grande, bastantes ramitas secas donde depositan raicillas tapizadas con pelo y hierbas. La puesta suele ser de 5-6 huevos y la hembra es la que generalmente lleva a cabo la incubación.
Es una especie reproductora común en la sierra de Zuheros y en el Parque Natural su población es moderada.
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